Mía Escárate tiene 14 años y comenzó a practicar karate en 2021, recién saliendo de la pandemia, aun con muchas restricciones; en ese pasado muy cercano, esa inquietud se manifiesta por parte de ella y de su hermana, tres años mayor, Anabella.
En ese inicio no había torneos, se realizaban algunos entrenamientos, con pocos alumnos, mucho menos se podía pensar en viajar para participar en algún torneo, pero en ese marco, las cosas fueron propicias para que las hermanas comenzaran a manifestar su pasión por ese deporte.
En ese año de comienzo, ambas hermanas participaron en los Juegos Evita provinciales donde obtuvieron medallas, clasificando a los nacionales, pero, justamente por la situación sanitaria no hubo edición nacional.
El 2022 fue diferente, con las actividades deportivas ya normalizadas, comienzan los torneos, los viajes y por ende, se intensificaron los entrenamientos, con más frecuencia, más exigencias. Por ello es que para los Juegos Evita, es Mía quien clasifica en el mes de agosto para representar a la provincia, no pudiendo participar Anabella por la edad.
Luego de dos años de ausencia, los Juegos vuelven a realizarse en Mar del Plata en octubre y Mía trae a San Juan la medalla de oro en categoría de menos de 54 kg. Fue todo un logro pues ni siquiera figuraba en el ranking, teniendo en cuenta que tenía poca experiencia (cinturón amarillo) y sin embargo, para ganar esa medalla debió vencer a chicas que estaban rankeadas y de mayor experiencia.
Hubo torneos donde también se quedó con el título, ganando en Córdoba y obteniendo el primer puesto en el torneo sanjuanino. Esos resultados trajeron consigo una invitación de la Federación Argentina para entrenar con la selección nacional en el CeNARD; por ello es que sábado 28 de enero viajó a Buenos Aires para trabajar durante tres días.
Respecto a la experiencia vivida, Mía expresó: “Practico karate en el Dojo Pasai Do, de Jorge Luis Videla. Luego de la medalla de oro en los Juegos Evita, en el mes de diciembre fui convocada para entrenar con la selección nacional. Estuve hasta el 1 de febrero, viviendo una experiencia única, pudiendo entrenar en el suelo de la selección argentina, compartiendo tres días de entrenamiento intenso junto a grandes sensei como Franco Icasati y Juan Carlos Landaburu. Fue un trabajo compartido con chicas de toda la Argentina donde pudimos formar un grupo muy lindo. Vaya mi agradecimiento a Jorge Videla y a mi coach Lautaro Oro y todo el grupo de Pasai Do por sus entrenamientos, que me llevaron al CeNARD”.
